Con la llegada de la temporada de lluvias, no podemos dejar de pensar en que, si bien son indispensables para la vida en nuestro planeta, también es cierto que cada año los efectos negativos que producen son más devastadores y esto se debe en gran medida al cambio climático.
Desde su fundación en 1965, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC-NOOA por sus siglas en inglés), ha sido la institución pionera en el estudio de los fenómenos hidrometeorológicos y una de las más prestigiadas a nivel mundial en la actualidad, sus diversos estudios indican que la frecuencia y severidad de los huracanes están estrechamente relacionadas con el aumento de temperatura en la superficie del mar y los daños que producen tanto en vidas humanas como en infraestructura y patrimonio material van en aumento tanto por la fuerza de los impactos, como también por la proliferación de asentamientos urbanos en las costas.
En la historia reciente de nuestro país hemos observado que año con año, sufrimos de los embates generados por el paso de huracanes como son; inundaciones, marejadas, granizadas, vientos, deslaves, etc. cada vez con mayor fuerza y no solo en poblaciones cercanas a las costas, sino también en el interior del territorio nacional, dejando a su paso pérdidas humanas y económicas importantes.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), de las diez catástrofes con más impacto en el patrimonio de los mexicanos, cuatro han sido huracanes:
Gilberto en 1988, con indemnizaciones por mil 166 millones de dólares.
Isidore, en 2002, con monto de 425 millones de dólares.
Wilma en octubre de 2005, con daños asegurados por 2 mil 402 millones de dólares.
Odile en septiembre de 2014, con un costo de mil 292 millones.
Es importante tener en cuenta que históricamente la temporada de huracanes en el Pacífico Mexicano inicia el 15 de mayo y concluye el 30 de noviembre, mientras que en el océano Atlántico es a partir del 01 de junio hasta el 30 de noviembre y según información de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), en México se prevé la formación de 30 o 40 ciclones tropicales durante la temporada de mayo a noviembre del 2022.
Se estima que actualmente en el país, solo 6.5% de las viviendas están aseguradas por iniciativa de sus dueños y 20% a través de un seguro ligado a un crédito hipotecario; además, únicamente 18% de las empresas cuentan con la protección voluntaria de una póliza.
Recuerda que un seguro de Daños puede ayudarte a enfrentar las pérdidas económicas que sufra tu inmueble por estas causas. Algunos de los aspectos que debes cuidar dentro de la cobertura de tu póliza son:
Asegúrate que esté amparado el riesgo de Fenómenos Hidrometeorológicos.
Si tu inmueble se encuentra próximo a un cuerpo de agua (menos de 500 mts de la playa o menos de 250 mts de ríos, lagos, lagunas, etc.) decláralo puntualmente en tu póliza.
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